XX ANIVERSARIO MONUMENTO AL CUCHILLERO
Ayer se celebró en el Museo Municipal de la Cuchillería un emotivo acto para celebrar el XX Aniversario del Monumento al Cuchillero, presidido por Manuel Serrano, presidente del Consorcio del Museo Municipal de la Cuchillería y alcalde de Albacete y por María Pilar Jiménez presidenta de APRECU, Asociación de Cuchillería y Afines. Fue APRECU quién propició, a través de una campaña de suscripción popular, que el Monumento al Cuchillero se convirtiera en un realidad el 27 de febrero de 1998. La obra fue realizada por los escultores Llanos Flores y Antonio Herrera, que también nos emocionaron con sus palabras: «la escultura representa el recuerdo de los recuerdos de mucha gente».
El que fuera entonces presidente de APRECU Amós Núñez nos emocionó a todos con sus palabras de recuerdo a aquella época en la que tanto trabajo había que hacer por la cuchillería de Albacete, agradeció a las instituciones que en aquel momento apoyaron sus iniciativas, y tuvo palabras de recuerdo y agradecimiento para los miembros de su Junta Directiva y especialmente para Elvira Rodenas, secretaria técnica de APRECU en aquellos años, y siempre, porque Elvira siempre será la secretaria técnica de APRECU. La nueva presidenta representa el presente y el futuro de APRECU, Maria Pilar Jiménez es la primera mujer al frente de la asociación; en su discurso agradeció a sus predecesores la ardua labor realizada por APRECU que en todos estos años ha conseguido grandes logros, como son FUDECU (Fundación para el Desarrollo de la Cuchillería), la Escuela de Cuchillería Amós Núñez, el Museo Municipal de la Cuchillería y por supuesto el Monumento al Cuchillero. Maria Pilar Jiménez recoge el testigo en una nueva andadura en la que se compromete a seguir trabajando por y para la defensa y promoción de la cuchillería.
Previamente al acto el alcalde firmaba el contrato de compraventa de la patente del modelo de la escultura del Monumento al Cuchillero, el Consorcio adquiere así los derechos de explotación de la obra y réplicas a realizar.
Acompañaron al alcalde de Albacete Manuel Serrano, y a la presidenta María Pilar Jiménez diversas autoridades, como el subdelegado del Gobierno, el Obispo de la Diócesis, ex alcaldes de la ciudad, ex presidentes de APRECU y la directora del MCA entre otros, y por supuestos la familias cuchilleras de Albacete. El acto fue amenizado por los poemas de Francisco Jiménez Carretero y por la Banda Sinfónica de Albacete que interpretó los pasodobles Albacete, de Fernando Bonete, y Gregorio Arcos de Francisco Grau; y concluyó con un entrañable homenaje a José Luis Mayoral, que durante tantos años ha representado a nuestros cuchilleros del cinto, llevando el nombre de Albacete y de su cuchillería.
El acto se abrió recordando a Juan José García Carbonell, con su poema “Aquella navaja de mi padre”
Éramos como la mayoría
una familia pobre, de artesanos.
Mi madre repartía
la fuente del guisado por los platos.
El buen pan de La Roda
mi padre hacía pedazos;
el pan grande en el pecho,
la navaja en la mano.
Servía la navaja para todo:
Para sacarle punta al tranco,
para afilar el lápiz,
para el corcho rebelde,
para el tocino magro,
para mondar las naranjas,
para mojar la sopa en caldo,
para pelar patatas,
arreglar el gazapo,
cortar el nudo, despegar la caja,
y poner un cartón a los zapatos.
Echar la sal al huevo,
y cortar a la vid el primer ramo.
Para pelar la vara del camino
y poner nuestros nombres en un árbol.
¡Navaja de mi padre,
cuántas cosas hacías en su mano!
Cada Feria veníamos
padre e hijo cogidos de la mano.
Comíamos en la “Cuerda”,
junto al carro con toldo de un paisano,
la merienda que madre preparaba.
Y después de los toros
padre compraba turrón blando.
Ahora ya se fueron los dos,
mas compro la navaja y me la guardo.
¡Quizá esta Feria un hijo mío
me compre una navaja de regalo!
una familia pobre, de artesanos.
Mi madre repartía
la fuente del guisado por los platos.
El buen pan de La Roda
mi padre hacía pedazos;
el pan grande en el pecho,
la navaja en la mano.
Servía la navaja para todo:
Para sacarle punta al tranco,
para afilar el lápiz,
para el corcho rebelde,
para el tocino magro,
para mondar las naranjas,
para mojar la sopa en caldo,
para pelar patatas,
arreglar el gazapo,
cortar el nudo, despegar la caja,
y poner un cartón a los zapatos.
Echar la sal al huevo,
y cortar a la vid el primer ramo.
Para pelar la vara del camino
y poner nuestros nombres en un árbol.
¡Navaja de mi padre,
cuántas cosas hacías en su mano!
Cada Feria veníamos
padre e hijo cogidos de la mano.
Comíamos en la “Cuerda”,
junto al carro con toldo de un paisano,
la merienda que madre preparaba.
Y después de los toros
padre compraba turrón blando.
Ahora ya se fueron los dos,
mas compro la navaja y me la guardo.
¡Quizá esta Feria un hijo mío
me compre una navaja de regalo!